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Pirineo aragonés
Mallos de Riglos y Castillo de Loarre

Mallos de Riglos

Riglos se encuentra a 1 hora aproximadamente de Jaca y se sitúa a 45 km al noroeste de la ciudad de Huesca, en la carretera A-132 entre Ayerbe y Murillo de Gállego. Un pintoresco caserío irrumpe en el paisaje sobre la margen izquierda del Gállego bajo unas formaciones geológicas de impresionante tamaño, con paredes de hasta 300 m de alto, denominadas Mallos de Riglos
Los Mallos de Riglos son consecuencia de la elevación de los Pirineos durante la orogenia alpina y están formados principalmente de conglomerados del Mioceno, sedimentos concantos rodados de tamaño significativo cementados por grava y arena.

 

 

Cada mallo tiene un nombre propio, cuyo origen procede en algunos casos del nombre de algunas casas de Riglos (Firé y Pisón), de su forma o color característico (el Puro, el Cuchillo, la Visera, del Agua, os Fils, Colorado, Magdalena, Aguja Roja, Tornillo, Tornillito) o en homenaje a otras personas no relacionadas necesariamente con el mundo de la escalada (de los Castellanos, Melchor Frechín, Roberto Martí “Chichín”, José Enrique Herrera, Mariano Cored, Víctor Carilla, Luis Gómez Laguna,General Capaz, Don Justo). Respecto a la toponimia de los mallos pequeños hay que destacar que Julio Soler Santaló, en un artículo para el boletín de 1911 del Centre Excursionista de Catalunya, recoge el topónimo “los Galochos” para lo que hoy conocemos como mallos pequeños

Castillo de Loarre

Para recorrer el trayecto entre Riglos y Loarre en coche se tardaría 27 minutos.
El castillo abadía de Loarre es un castillo románico situado en la localidad del mismo nombre, en la sierra de Loarre, en la provincia de Huesca, comunidad autónoma de Aragón en España.
Desde su posición se tiene un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca y en particular sobre Bolea, principal plaza musulmana de la zona y que controlaba las ricas tierras agrícolas de la llanura. Fue construido en el siglo XI y presenta un buen estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar y civil del románico de España. Fue denominado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional en el año 1906.
El castillo se asienta sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados
El castillo está en bastante buen estado de conservación (salvo la parte del antiguo castillo de Sancho III de Navarra, mucho más deteriorada) y está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa.