
Jaca
Jaca es la capital de la comarca de La Jacetania y dista 72 km de Huesca, la capital provincial, y 143 km de Zaragoza. Está situada al norte de la provincia, en el valle del Aragón, único gran valle paralelo al eje de la cadena pirenaica. La prolongación de este eje, desde la Cuenca de Pamplona, al oeste, hasta la Cuenca de Tremp, al este, facilita las comunicaciones entre Navarra y Cataluña a través del norte de Aragón.
La Catedral de Jaca es uno de los templos más importantes del primer románico español, construida a partir de 1077 por orden del rey Sancho Ramírez; actualmente está considerada como la primera Catedral románica de España, y es considerada como un gran símbolo del patrimonio arquitectónico español. Conserva su estructura básica y configuración románica, con una planta basilical de tres naves de cinco tramos con sus correspondientes ábsides alineados, dos puertas de acceso y una esbelta cúpula. A los pies del templo se sitúa un pórtico, de aire primitivo y abovedado en cañón, en el que se abre la portada principal, de elegante estructura, y con un tímpano que encierra un crismón.
La catedral alberga en su interior el Museo Diocesano de Arte Románico, inaugurado en 1970. En él se expone un gran fresco, calificado a veces como «la Capilla Sixtina del Románico», que resume el catecismo en imágenes, desde la creación de Adán hasta la Ascensión de Cristo. Por su belleza y expresividad, ha sido considerado uno de los mayores conjuntos de pintura románica que se han conservado.
Museo Diocesano
Es junto al Museo Diocesano de Lleida y al MNAC (Museo Nacional de Arte de Catalunya) uno de los tres principales espacios museísticos dedicados al Románico en España. En el concepto de pintura mural medieval no tiene parangón en el país.
La Ciudadela de Jaca
La Ciudadela de Jaca, es uno de los monumentos más singulares y valiosos de la comarca de La Jacetania. llamada hasta el siglo XIX «Castillo de San Pedro», es una construcción mandada edificar por Felipe II a finales de 1592 tras los graves desórdenes acaecidos con la huida de Antonio Pérez. Es la única fortaleza de esta tipología, desarrollada en el siglo XVI, que se conserva íntegra en el mundo. Mantiene todos los elementos que configuran el modelo de ciudadela: un conjunto defendido por muralla, glacis y foso, un área de residencia y edificios de servicios. El foso actualmente sirve de lugar de descanso para ciervos.
El diseño de la Ciudadela de Jaca está derivado de la necesidad de responder eficazmente a los ataques de un ejército provisto de artillería. Su planta dibuja un pentágono regular. Sus ángulos están reforzados mediante cinco baluartes artillados y las defensas avanzadas disponen del correspondiente foso perimetral, caminos c ubiertos, plazas de armas y glacis exterior.
En torno al inmenso patio central se alinean los edificios destinados a albergar la guarnición, oficinas, almacenes y pertrechos, organizados en cinco manzanas paralelas a las cortinas o murallas. En el interior se encuentra también la capilla castrense de San Pedro, edificio barroco con portada de piedra construido en la segunda mitad del siglo XVII. La Ciudadela sólo fue utilizada defensivamente durante la Guerra de la Independencia. Pero paradójicamente fueron las tropas francesas las que se hicieron fuertes en su interior tras conquistar la plaza. Ocuparon la fortaleza durante 4 años.
En su interior se conserva una pequeña iglesia del siglo XVII dedicada a San Pedro (Castillo de San Pedro), con una interesante portada barroca y una pila bautismal románica del siglo XI.
Uno de los cuarteles de la Ciudadela acoge el Museo de Miniaturas Militares. Sus salas alojan una colección de más de 35 000 figuras de plomo que se exhiben en 23 escenarios temáticos que recrean batallas singulares en la historia de la humanidad.
Más de 32.000 figuritas, algunas de apenas 20 milímetros, pueblan el Museo de Miniaturas Militares ubicado en la Ciudadela de Jaca desde abril de 2007, un fascinante viaje que permite visualizar la evolución de los ejércitos a lo largo de la historia.
El principal objetivo del museo es dar a conocer la historia de los ejércitos del mundo, desde el antiguo Egipto hasta la actualidad, ilustrando los cambios en las tácticas y técnicas de guerra, en las armas, las vestimentas y hasta en los objetivos de la intermediación de las fuerzas armadas, ya que sus funciones y cometidos en la antigüedad poco tienen que ver con las actuales misiones militares.
El recorrido que propone este museo de plomo se hace a través de 23 vitrinas, o dioramas, en las que se recrean otras tantas batallas de trascendencia histórica. El orden cronológico que siguen los combates y la fidelidad con las que se han recreado las formaciones militares, en sus vestimentas, armas y vehículos; y los decorados, obra del artista local Juan Bautista Topete, facilitan una visita que se completa en una hora, aproximadamente. El orden temporal se establece del siguiente modo: “Primeros grandes ejércitos”, “De las cruzadas al siglo XVIII”, “Hacia la I Guerra Mundial”, “Guerra Civil Española y II Guerra Mundial” y “Hacia la paz”. Varios de los dioramas son obra del propio director del museo.
El final del recorrido sorprende. La maqueta sale directamente del suelo y es la más grande y llamativa del museo. Recrea la División Acorazada Brunete nº1 y el amplio despliegue de carros de combate y vehículos que la forman. Son casi 5.500 piezas las que rememoran la mayor unidad de combate del ejército español.
Camino de Santiago
El el original Camino francés, tiene dos entradas en la península, por Roncesvalles y por el puerto de Somport. La entrada por Somport, nos llevará a recorrer el Valle del Aragón hasta Jaca, en la primera etapa, continuando después en dirección a Arrés en la segunda y llegando a Artieda en la tercera etapa. Finalmente, el camino continúa hacia Undués de Lerda, para adentrarse posteriormente en Navarra.
Entorno al Camino de Santiago se articuló la acción de los primeros monarcas aragoneses, y esta ruta natural aportó artesanos, comerciantes y peregrinos que impulsaron la economía de los territorios por los que pasaba. En Aragón los tres pilares fueron Santa Cristina de Somport, Jaca con su catedral y el monasterio de San Juan de la Peña.
La más antigua entrada a Aragón por los Pirineos era la calzada romana que cruzaba el puerto de El Palo y descendía por la Val d´Echo, donde se alzó el monasterio carolingio de San Pedro de Siresa, del que se conserva su imponente iglesia románica y que fue el centro espiritual del primitivo reino hasta la Canal de Berdún.
Astún
La estación de esquí de Astún está situada en el Pirineo Aragonés (España), en el término municipal de Jaca . Está comunicada con esta ciudad por 33 km de la N-330. A sus pies se encuentra la urbanización de las pistas, que contaba con 5 habitantes en 2014.
La privilegiada orientación de Astún (ubicada en un valle transversal al eje pirenáico) la protege bien de las corrientes de viento y su espléndida orografía (todas las laderas están cubiertas con praderas de hierba natural) aumentan la seguridad de nieve desde el principio de la temporada. Asimismo, la estación cuenta con pistas de todos los niveles de dificultad y trazados aptos para todo tipo de esquiadores que pueden disfrutar desde cualquier cima del valle de descensos a través de una paisaje de gran belleza. En Astún ningún esquiador se siente perdido puesto que todos los descensos confluyen en la gran plataforma que forma el núcleo de la Estación, lo que garantiza la tranquilidad y el disfrute de los deportes de la nieve.
Todo ello ha supuesto un largo y duro recorrido, pero ha merecido la pena. Astún es hoy uno de los principales centros invernales del país. A pesar de lo cual continuamos realizando los esfuerzos necesarios para mejorar.
Astún es un enclave estratégico ya que ocupa el centro de lo que podría ser el campo de nieve más amplio de la península si se unieran las tres estaciones de esquí de Formigal, Astún y Candanchú.
Esta trayectoria ha sido avalada no sólo por los clientes, que han pasado de ser 34.895 en la temporada 76/77 hasta llegar a superar los 320.000 por temporada, sino también por la confianza depositada por las autoridades deportivas y las distintas instituciones al designar a Astún como sede de importantes eventos y competiciones deportivas de carácter nacional e internacional como Campeonatos de España y Europa, Pruebas FIS, Universiadas (1981 y 1995) culminando esta vocación de servicio al deporte en la inclusión de Astún como una de las sedes de la Candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno impulsada y presentada en varias ocasiones por la ciudad de Jaca (1998, 2006 y 2010).
Esta iniciativa ha contribuido en gran medida a la dinamización del Valle del Aragón y de su entorno que fue la primera región de España donde se desarrollaron actividades relacionadas con la nieve, creando una leal competencia con nuestra vecina y querida estación de Candanchú, la estación más veterana del país.
Astún no es un proyecto concluido, todo lo contrario, hay numerosas iniciativas que han de hacer que aún mejoren más. Actualmente EIVASA está trabajando en ello estudiando nuevas ideas con la mejor disposición y entusiasmo para conseguir el mejor Astún que pueda concebirse.
Candanchú
Candanchú es una estación de esquí situada en el Pirineo Aragonés (España), en el término municipal de Aísa, provincia de Huesca. En 2014 contaba con 89 habitantes. Fue inaugurada en 1928, lo que la convierte en la estación de esquí más antigua de toda España..
La estación de esquí de Candanchú se encuentra en el Pirineo aragonés, junto al río Aragón, a 1 km del Puerto del Somport, frontera con Francia y entrada del Camino de Santiago en España, a 27 km al norte de la ciudad de Jaca y junto a la vecina estación de Astún.
Candanchú se ha convertido en la actualidad en una estación de marcado carácter familiar, ya que dispone de una de las mejores zonas para esquiadores principiantes del mundo. Esta se encuentra en la zona llamada Tobazo Bajo – Pista Grande, en la que junto a una gran cafetería en la base de la estación, se encuentran 8 pistas verdes y 2 azules. Están situadas de tal forma que los padres o familiares pueden ver a sus hijos o adultos aprendiendo.
La estación también destaca por sus paisajes, siendo una de las estaciones de esquí más bonitas de España. Además de contar con la gran zona de debutantes, cuenta con pistas negras y rojas e itinerarios fuera de pista famosísimos, destacando el Tubo de la Zapatilla y Loma Verde, indicados sólo para expertos.
Ofrece todos los servicios de una estación de esquí: remontes con una capacidad de 21.300 esquiadores/hora, enfermería, escuela de esquí, además de escuela para monitores. Cuenta con diversos puntos de restauración en toda la estación, alquiler de material, guardería, etc. Al final de la silla del Tobazo se encuentra la cafetería Tobazo.
Además, cuenta con un completo circuito de esquí de fondo y con un campo de biatlón.
Fuera de la temporada de nieve podemos disfrutar de otros deportes como la escalada o el senderismo con importantes rutas como la GR11, la senda de Camille, o el camino de Santiago. También se puede disfrutar de observación de aves y de una rica variedad de fauna y flora salvaje, siendo común el avistamiento de sarrios o la flor de nieve, típicos de esta zona del pirineo.
Canfranc
La Estación Internacional de Canfranc es una estación de ferrocarril situada en el municipio español de Canfranc (Huesca), muy cerca de la frontera con Francia. Se inauguró el 18 de julio de 1928. Declarada Bien de Interés Cultural, está catalogada como monumento desde el 6 de marzo de 2002.
Dispone únicamente de servicios de Media Distancia, operados por Renfe, que la unen con Zaragoza. También ofrecía conexiones internacionales con Francia, pero éstas quedaron suspendidas el 27 de marzo de 1970 cuando un tren de mercancías descarriló del lado francés provocando el derrumbe del puente de L’Estanguet, con la consiguiente interrupción del servicio entre ambos países. Desde esa fecha, el transporte de viajeros se hace por carretera con un autobús que pone la S.N.C.F.
La estación internacional de Canfranc encuentra su origen en la voluntad de unir Francia y España atravesando los Pirineos por Somport. Para ello ambos países firmaron diversos convenios, el primero en 1904, y protocolos posteriores que marcaron las líneas de actuación.
El 27 de marzo de 1970 se cerró el tráfico internacional tras el derrumbe del puente de L’Estanguet fruto del descarrilamiento de un tren de mercancías francés. Esto generó una drástica reducción del tráfico ferroviario y marcó el inicio de su decadencia.
En el año 2005 la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural aprobó un proyecto de rehabilitación de la estación de Canfranc que en 2007 derivó en un convenio entre el Ministerio de Fomento y la Diputación General de Aragón fruto del cual se destinaron cerca de 2 millones de euros a la rehabilitación del recinto.
Este proyecto se enmarcaba dentro de uno de mayor amplitud que no sólo buscaba restaurar la estación para convertirla en hotel de lujo sino también la construcción de una nueva estación, la urbanización del terreno de uso ferroviario liberado y la edificación de un museo ferroviario.
Durante las fases I y II entre 2006 y 2009 se realizaron inicialmente labores de limpieza, saneamiento y desescombro para luego trabajar sobre la propia estructura del edificio restaurando la cubierta, la fachada, las molduras decorativas y el vestíbulo.3 Se procedió también a reforzar la estructura de hormigón.
Planificada también para 2009 la fase III sin embargo no se llevó a cabo debido a problemas de financiación. Estos mismos problemas llevaron a abandonar el proyecto de convertir la estación en un hotel de lujo.
En las últimas décadas ha habido deseos de reapertura de la línea internacional y del túnel ferroviario del Somport para conectar ambos lados de los Pirineos.
El Ayuntamiento de Canfranc organiza cada 18 de julio una recreación-conmemoración de época de la inauguración de la Estación Internacional de Canfranc de forma lúdica y reivindicativa.
En la actualidad nos encontramos con un edificio cercado, el acceso es limitado y por visitas guiadas. Sin embargo, podemos pasear por los muelles, contemplar el depósito de máquinas, con su estructura metálica, y las diversas grúas que todavía permanecen a los lados de las vías. Se están llevando a cabo diferentes propuestas de rehabilitación de este conjunto histórico.
Tanto en primavera como en otoño, una visita al monte de Canfranc proporcionará a los más atentos un espectáculo de colores y formas escondidas en el bosque a la espera de ser descubiertas. La existencia de hábitats muy diversos, la introducción de especies exóticas y su convivencia con especies de naturaleza espontánea, o la abundancia de hojarasca y musgo que aprovecha al máximo el agua de escorrentía generando un ambiente extremadamente húmedo, son algunos de los factores que favorecen el desarrollo de una gran variedad de especies micológicas, que convierten el bosque de Canfranc en un lugar particularmente interesante para la observación y la recogida de las setas. Se pueden encontrar Rutas de senderismo para todos los gustos y niveles.
Así como disfrutar de actividades de escalada y montaine bike y un sinfín de actividades de aventura para el disfrute de mayores y pequeños. Espacio fronterizo, encrucijada de caminos, soberbio territorio rodeado de colosales picos, angostos barrancos y caudalosos torrentes. Cerrado al norte por el mítico Aspe, al sur por la Peña Collarada y cercado por los espectaculares farallones calizos de Peña Blanca, Cambó y Porrató, Canfranc es un espectacular valle pirenaico labrado por las aguas del río Aragón, que dio nombre al primitivo Reino que acabaría extendiéndose por el Mediterráneo.
Villanúa
Villanúa es una localidad de la comarca más occidental del Pirineo de Huesca (Aragón), La Jacetania. Ubicada en el curso medio-alto del valle del río Aragón y a los pies de Collarada (2.886 metros), la cima más alta de este territorio, su término municipal abarca una extensión de 58,2 KM2, que ofrecen unas amplias posibilidades de disfrute, tanto en la naturaleza, como en la historia, el deporte, el ocio o la tradición.
Con más de 478 habitantes, Villanúa está volcada en el sector turístico. La cercanía de las estaciones de esquí de Astún (17,5 Km.) y Candanchú (14,7 Km.), además del circuito de fondo de Le Somport (16 Km.) han favorecido su inclusión entre los destinos predilectos del turismo de nieve. Pero sus propias posibilidades y las del entorno (Jaca, valle de Aísa y Borau, Canfranc, valle de Hecho y Ansó o valle de Tena) le han ayudado, apoyándose en unas excelentes vías de comunicación, a ser un destino apto para cualquier época del año y para cualquier turista, desde la familia hasta los intrépidos aventureros.
Camino de Santiago
El camino aragonés cruza Villanúa, atravesando el puente medieval del siglo XII y que desde hace siglos facilita el cruce del río a los peregrinos.
Merece la pena entrar en el pueblo y visitar la iglesia de San Esteban de origen románico pero que fue rehecha el XVIII y que conserva en su interior la talla románica de Nuestra Señora de los Ángeles de finales del siglo XI o principios del XII y quizás la virgen románica mas antigua de Aragón.
Cueva de las Güixas
La cueva de las Güixas lleva recibiendo visitas guiadas desde 1929 lo que ha permitido, gracias a esta regulación de las visitas, mantener intacta esta joya de la naturaleza. Grandes salas plenas de estalactitas, estalagmitas, columnas y coladas, confieren a esta cueva un aspecto mágico, y si a esto le añadimos las leyendas y certezas que nos hablan de que las brujas de Villanúa usaban esta cueva para sus reuniones y aquelarres, hacen que la visita a la cueva de Las Güixas sea difícil de olvidar.
La visita comienza en el Centro de Interpretación de la Naturaleza “Subterránea” donde mediante modernos sistemas audiovisuales empezamos a descubrir todo lo que la visita nos va a deparar.
Dólmenes
El hombre prehistórico ya habitó la cueva de Las Güixas en el Eneolítico (3.000 a.c.) y de esa época también datan los tres dólmenes que podemos encontrar en los alrededores de Villanúa. Descubrir los dólmenes de Letranz, Güixas o Diez Campanas nos llevara a dar increíbles paseos por los bosques que rodean la localidad.
Montaña y naturaleza
La situación de Villanúa a los pies del Pico Collarada, 2886 m la cima mas alta del Valle del Aragón, hace que la población sea el punto de partida ideal para acercarse a este pico, tanto para su ascensión en verano como para en invierno practicar el esquí de travesía o realizar paseos con raquetas de nieve.
Durante los meses de verano funciona el servicio “Caminos de Collarada” un 4×4 que te acerca desde el pueblo hasta el refugio de la Trapa a 1.700 metros de altitud para desde allí acometer la ascensión a Collarada, Punta Espata, Los Somolas … o simplemente realizar un paseo por esta zona de alta montaña. También existe la posibilidad de subir en el 4×4 tu bicicleta y descender por uno de los cinco descensos BTT señalizados.
Pero en Villanúa no toda la montaña es Collarada, hay mas de 30 senderos y rutas señalizadas, adaptadas a todos los niveles para que cualquier persona disfrute de la montaña y la naturaleza.
Ecoparque el Juncaral
El gran centro del ocio activo de los Pirineos. Situado en el bosque del El Juncaral a orillas del río Aragón, el ecoparque es una apuesta segura de ocio y diversión. 4 zonas de actividad y alguna novedad que llegara para el próximo verano componen la oferta de ocio en naturaleza del ecoparque.
Pirineos Aventura es la zona de aventura en los árboles, 5 recorridos por la copa de los árboles que van avanzando en dificultad y altura. Iremos saltando de copa a copa mediante alguno de los 60 juegos o 15 tirolinas que componen los circuitos, adaptados a todas las edades para que disfruten niños y adultos de esta aventura en los árboles.
FutbolGolf Pirineos, el segundo campo de esta disciplina, tan arraigada en los países nórdicos, que se creo en España. Tu pierna como palo y un balón como pelota, 9 hoyos llenos de obstáculos y juegos entre la pradera y el bosque, una actividad para toda la familia que puede resultar increíblemente divertida.
Laser Combat, la evolución del paintball, un juego de combate simulado con el uso de las últimas tecnologías en una zona especialmente habilitada para que el juego resulte mas divertido y real. Totalmente seguro, sin pintura ni moratones, para niños y adultos.
Tiro con Arco, siete pistas con todo lo necesario para disfrutar de este deporte con total seguridad, y además un recorrido con dianas en 3D y juegos (tiro en altura, plataformas móviles …) que harán las experiencia mucho mas divertida.
El Ecoparque el Juncaral esta abierto de Semana Santa a noviembre, aunque pueden realizarse aperturas para grupos en cualquier fecha.
Es interesante visitar también el viaducto ferroviario (inaugurado el 24 de junio de 1916 y compuesto por 28 arcos), los dólmenes que rodean la villa (Tres peñas o Diezcapanas, Las Güixas y Letranz). El Puente Viejo, del siglo XII, mandado construir por el rey Pedro I de Aragón en 1100, fue el único acceso a la localidad hasta la construcción del puente nuevo en los 90, por lo cual también se halla muy modificado y además goza de un entorno privilegiado de gran belleza atravesado de norte a sur por el río Aragón y el Camino de Santiago, Poblado abandonado de Cenarbe donde aún permanecen las ruinas de su Iglesia románica de San Pedro del siglo XII y el pueblo abandonado del Señorío de Aruej, que cuenta con una pequeña Iglesia románica dedicada a San Vicente del siglo XI, un Torreón del siglo XIV cuyos basamentos son del siglo VI y varias casas solariegas del siglo XVIII.
Villanúa además cuenta con todos los servicios necesarios para una estancia cómoda en el Pirineo, supermercados, consultorio médico, banco, biblioteca.